Se realiza para observar la presencia de líquido en la articulación de la rodilla. Para ello, se exprimen los fondos de saco sinoviales hacia la articulación, y luego se empuja la rótula hacia abajo. La presencia de líquido hará que la rótula “flote” y el examinador sienta el choque entre la cara posterior de la misma y la zona condílea.