Rehabilitación de cervicalgia en adultos con sobrepeso

Cómo abordar la cervicalgia mecánica en adultos con sobrepeso y trabajo de oficina

Hace unas semanas recibí a un paciente de 40 años que se quejaba de dolor cervical constante, tensión muscular y fatiga postural. Su trabajo de oficina y hábitos sedentarios, sumados a un IMC de 31, diabetes tipo 2 y dislipidemia, habían provocado una serie de alteraciones musculoesqueléticas visibles en la evaluación clínica. Tras un análisis biomecánico detallado, se confirmó el diagnóstico: cervicalgia mecánica secundaria a mala higiene postural y sobrepeso.

Quiero compartir la experiencia de su rehabilitación, para que quienes sufren molestias cervicales puedan comprender mejor cómo abordarlas de manera efectiva.

Comprendiendo la cervicalgia mecánica

La cervicalgia mecánica es el dolor de cuello relacionado con alteraciones posturales, debilidad muscular o sobrecarga de estructuras cervicales. En pacientes con sobrepeso, el exceso de carga y la vida sedentaria pueden generar pérdida de lordosis cervical, hipertonía de trapecios y debilidad en musculatura profunda. Esto provoca dolor constante, rigidez y dificultades para mantener la postura durante el día.

Además, el análisis biomecánico reveló que la alineación cervical estaba alterada, lo que aumentaba la tensión sobre ligamentos y músculos estabilizadores.

Fase aguda: alivio y descompresión cervical

El primer objetivo fue disminuir el dolor y la tensión muscular. Para ello, implementamos varias estrategias:

  • Descompresión cervical mediante técnicas manuales suaves y posturas de reposo adecuadas.
  • Masoterapia descontracturante para relajar trapecios y músculos profundos.
  • Ejercicios respiratorios y relajación, que ayudaron a reducir la tensión global y la percepción de dolor.

Durante esta fase, era importante que el paciente comprendiera la relación entre sus hábitos posturales y el dolor, estableciendo conciencia corporal.

Fase subaguda: reeducación postural y movilidad controlada

Con el dolor más controlado, iniciamos la fase subaguda, enfocada en restaurar la movilidad y mejorar la postura:

  • Reeducación postural con ejercicios que enseñaban a mantener la cabeza alineada sobre el tronco, reduciendo la tensión en trapecios y cervicales.
  • Movilidad controlada de columna cervical y hombros, respetando límites de dolor.
  • Fortalecimiento inicial de músculos profundos del cuello y escápula, esenciales para estabilizar la columna cervical.

El objetivo era que el paciente pudiera moverse con seguridad y disminuir la fatiga postural en actividades diarias.

Fase de fortalecimiento: core y estabilización cervical

En esta etapa, incorporamos trabajo de fortalecimiento progresivo:

  • Fortalecimiento de core y musculatura cervical profunda, fundamental para sostener la columna y mejorar la postura.
  • Ejercicios combinados de estabilidad que integraban cuello, hombros y tronco, promoviendo una alineación funcional.
  • Incremento gradual de intensidad, evitando sobrecarga y previniendo recaídas.

Esta fase permitió que el paciente recuperara fuerza, resistencia y confianza en sus movimientos cotidianos.

Fase de reintegro funcional: hábitos ergonómicos y actividad supervisada

La etapa final se centró en consolidar los logros y prevenir nuevas lesiones:

  • Plan de actividad física supervisada, incluyendo ejercicios de fuerza ligera, movilidad articular y cardio de bajo impacto.
  • Recomendaciones ergonómicas en el trabajo: altura de pantalla, ajuste de silla, pausas activas cada 45-60 minutos.
  • Seguimiento periódico, controlando postura, dolor y adaptación de ejercicios según evolución.

Tras 16 semanas, el paciente logró reducción significativa del dolor, mejora de postura y mayor tolerancia al esfuerzo, cumpliendo los objetivos de rehabilitación.

Consejos prácticos para cuidar la cervicalgia en el día a día

  1. Incorporar pausas activas cada hora para estirar cuello, hombros y espalda.
  2. Mantener postura neutra de columna y cabeza frente al escritorio.
  3. Realizar ejercicios de core y fortalecimiento cervical al menos 3 veces por semana.
  4. Evitar permanecer en la misma posición por más de 60 minutos.
  5. Consultar a un fisioterapeuta ante dolor persistente o rigidez progresiva.

Estos hábitos ayudan a prevenir recaídas y promueven bienestar general.

¿Tenés dolor de cuello por trabajo sedentario o sobrepeso?
Dejá tu consulta en los comentarios o proponé un tema que quieras que desarrollemos. Cada experiencia nos ayuda a mejorar calidad de vida y prevenir lesiones cervicales.

Prof. Sebastián Pablo Galleano

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