“El precio de una sonrisa y el valor de un abrazo, no se compara con la inversión de una asistencia profesional”
Esta inversión no la hace el sistema de salud, indistintamente de que sea público o privado. En Argentina, cualquier profesional debe pagar para atender a un paciente, ¿el mundo del revés?. El valor del mercado hace que cada vez sea más caro atender un paciente, los cálculos se hacen eternos y complementarios en la práctica diaria. La materia prima en atención, es decir:“el paciente”, queda en medio del remate en la puja de las prestaciones. La merma es evidente, la apatía y falta de calidad en la atención.
Lic. Sebastián Pablo Galleano